Para el tratamiento de la depresión, ansiedad y otros problemas emocionales, ¿son eficaces los psicofármacos por sí mismos?
La depresión es la patología más extendida en todo el mundo. La depresión clínica es diferente a unos días con un estado de ánimo triste, va más allá: ocasiona trastornos del sueño, dificultades de concentración, pérdida de apetito y de motivación.
En ocasiones, los síntomas de depresión van acompañados de síntomas de ansiedad. Suele tener causas genéticas y acontecimientos exteriores la disparan: pérdida de un ser querido, estrés laboral, problemas de pareja,…
Una depresión no es solo una cuestión de estado de ánimo que se solventa con frases como «Anímate, hay cosas peores», «Salimos a tomar algo y se te pasará», «No tienes motivos para estar así»,…
Un buen tratamiento para la depresión tiene dos pilares: la psicoterapia (Psicología Cognitivo – Conductual) y la farmacoterapia (antidepresivos). La medicación sirve para recuperar el equilibrio químico del cerebro, pero no es suficiente. La psicoterapia es necesaria para modificar el modo de afrontar los acontecimientos vitales y evitar recaídas.
Para un adecuado y efectivo tratamiento de la depresión es necesario acudir a los profesionales de la salud cualificados para ello. Ya que ir probando intervenciones de forma aleatoria o esperar a que la depresión desaparezca por sí sola, no funciona.